miércoles, 8 de abril de 2015

El círculo virtuoso de la restauración del patrimonio

El sector de la construcción siempre será un punto de apoyo para la verdadera recuperación, la del tejido productivo, la de los mercados financieros queda lejos del común de los mortales. Dada esta verdad irrefutable las ciudades, regiones o países ricos en patrimonio arquitectónico pueden elegir. La elección es simple, esperar y subirse de nuevo a la noria cíclica de la economía, con los resultados que estamos viendo, o apostar por el círculo virtuoso de la restauración del patrimonio y de la construcción sostenible.

Casa de Castril. Museo Arqueológico de Granada

De la primera basta con remitirnos a la hemeroteca aunque, seguramente, será imposible evitar que generaciones venideras cometan nuestros mismos errores. De la segunda decir que es, sin duda, lo más parecido a la cuadratura del círculo. Hablamos de una construcción sensible con el patrimonio, que necesita formar y cuidar una mano de obra especializada, que precisa de unos materiales con alto valor añadido en su desarrollo y que le resulta imprescindible disponer de técnicos especializados y empresas con un Know How al alcance de pocos.

Granada dispone de empresas punteras en el desarrollo de materiales de construcción, de los mejores técnicos en restauración del patrimonio, de un departamento de la UGR especializado en los materiales y de barrios enteros plagados de edificios de un valor incalculable. Sólo falta la voluntad política para arrancar el círculo virtuoso citado activando la restauración de todo el caudal de patrimonio arquitectónico que tenemos. La siguiente fase es el uso responsable de los edificios restaurados como mejor herramienta conocida para mantener un edificio; museos multisede, asociaciones de vecinos, alquileres, centros descentralizados de las diferentes administraciones, albergues...

La tercera y última fase del círculo virtuoso de la restauración del patrimonio llega sola y llega para quedarse. El turismo de alto valor añadido disfruta y valora la conservación del patrimonio y apuesta por las ciudades que así lo comprenden. Con la Alhambra como referencia Granada lleva años intentando alargar la estancia media del visitante y que su gasto medio suba. Estos días Junta, a través del Patronato de la Alhambra, y Ayuntamiento nos  han dado una pequeña muestra de lo que pretendemos explicar. La ruta de la Dobla de Oro es el mejor ejemplo de esta cuadratura del círculo. Sumando toda Granada gana.

Mano de obra especializada, materiales innovadores, procesos constructivos especiales, empresas basadas en el conocimiento y equipos técnicos de prestigio son los activos habituales para cambiar radicalmente el concepto peyorativo que se tiene de la construcción. Activando el círculo virtuoso de la rehabilitación/restauración del patrimonio  en una ciudad como la nuestra implica ayudar a abandonar el furgón de cola al que parece que nos vemos abocados sin remedio y disponer de un producto/servicio con un potencial inmejorable para conquistar otros mercados. Justo lo que necesita la economía de Granada.

Artículo publicado en Granada Económica Marzo 2015